Oigo un susurro que dice ¿Me ves?
Digo despacio, estás a mi lado
amalgamada en el niño que soy
en mi derecho que afirma revés.
Dictas sentencia a mi letra cansina
Vuelas sensible elevándote al cielo
Bajas al fondo de un alma divina
aligerando tú vuelo al infierno.
Posas tu frente en rosal con espinas
para saber como duele el dolor
de mariposas que liban cetrinas
la maravilla que emana su olor.
Puedo escuchar tu murmullo que grita:
¡mírame estoy en el llanto del niño
me encontrarás en el hambre que habita
donde se esconde a morir el cariño!.
Puede escuchar mi sordera inminente
como es que ruge el volcán prepotente
como la noche desgrana y presiente
que son mis alas heridas de muerte.