Mi momento en el mundo.

sábado, 6 de junio de 2015

LA AMISTAD

   Cuando ante el error de un amigo se empiezan a enumerar las cosas que se hicieron por él a los demás, en vez de resolver cara a cara el problema, demuestra que nunca se fue amigo, porque ayudar es un acto desinteresado de amor. 
   Un verdadero amigo defiende la amistad aceptando al otro con defectos y virtudes. Guarda sus secretos, apoya en la desventura y jamás hablará de los defectos del otro aún cuando esa amistad se quiebre. La grandeza se muestra en el silencio.
   Solo se puede tener un amigo. Porque los secretos de más de dos, dejan de ser secretos, entonces es cuando vienen las desavenencias, porque nunca se  sabe quien violó ese secreto. Luego se ataca al más débil, se lo acusa y se pierde una amistad que pudo ser maravillosa. 
   Si alguna de las partes habla mal del otro sin haber aclarado primero los motivos, comete el acto más bajo de vileza, porque no da la oportunidad de defensa, si no que se esconde detrás de los rumores mal intencionados sin aclararlos.
   El verdadero amigo no escucha los rumores, los disipa. 
   El  amigo no manda indirectas, es directo y habla de frente. Te hace ver cuando actúas mal aunque te enoje y tu enojo pasará si tu sentimiento es verdadero.
   La palabra “Amistad” es una palabra muy grande, que solo cabe en un corazón más grande, en el que quepa la comprensión, la sinceridad, el amor y en el que no tenga espacio, ni una gotita de maldad. 
   Antes de enumerar las cosas que hiciste por tu amigo, enumera conscientemente las cosas que tu amigo hizo por ti, seguramente algo has olvidado, algo pequeño o grande que dejaste a un costado.
   La amistad es maravillosa solo la conocen las personas despojadas de envidia, egoísmo y doble actuación.    En definitiva, la amistad entre dos personas es algo inmenso, tan inmenso, que engrandece a quien sabe conservarla.