Mi momento en el mundo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Última parada




Ayer, el segundo milenio me extasiaba,
tan lejano, tan imposible.
Largo camino en que la meta se esfumaba,
¡Una anciana sería a los cuarenta y seis!
Con rápido viaje, las estaciones pasaron,
¡Cuántas primaveras, cuántos inviernos!.
Algunos, no  pudieron esperar el nuevo siglo,
el  cansancio los durmió entre soles y lunas.
El dos mil llegó con brindis y abrazos,
vino acompañado de sueños y esperanzas,
 pasaron noches, pasaron días y pasaron…
Se acerca otro año más y sigo estando,
pase los cuarenta, también los cincuenta
que, sin cuenta me llevaron a los sesenta.
La meta, ya no se borra tras la calima,
son muchas la memorias que, entre brumas
aparecen  pellizcando la vida y la despiertan,
porque aún hay lluvias, aún los pimpollos se abren,
el sol calienta y la luna me sigue,
todavía tengo mi sombra  de compañera.
La última parada se vislumbra no lejana,
estoica la esquivo con gambetas,
hasta que un cansino día, me acerque a la final.