Mi momento en el mundo.

jueves, 1 de octubre de 2020

 


¡Cuánto daño te hacemos!

 

   En España   sacudiste tu bronca, pero no quedaste conforme y la replicaste en Chile,  el fuego de tu enojo viajó  por el mundo, pasó por California, se instaló en Australia, pero no alcanzó, porque tu enojo es grande, entonces fuiste al norte Argentino y cerraste las nubes, meses sin llorar trajo el fuego rabioso para las Islas Entrerrianas,  pasaste por Formosa, Salta, Chaco, por Corrientes y esa ira llegó a las sierras de Córdoba, pasó enfurecida a San Luís, arden casas con tu ira, tan furiosa que ni en los niños pudiste pensar  y arrasaste con Peko`s, el lugar más querido para sus vacaciones.

    No creas que no comprendo tu furia, te entiendo y me entristece,¡ tan grande es tu rabia! ¿y cómo no? si hasta el casco polar estás perdiendo, se quebró tu gigante  bloque de hielo,   te cansaste de esperar que te cuidemos, nos bancaste todo lo que pudiste, pero ya es demasiado, intentaste mil veces decirnos que tus bosques son importantes, mil veces los talamos. La maravilla de tus selvas con todos sus magníficos animales, hasta el más insignificante de los insectos nos diste a entender que son importantes, pero no  entendimos y seguimos avanzando sobre ella,  hasta que sus habitantes, tal vez un murciélago o vaya a saber quién o qué... nos pasó un nuevo virus, la pandemia del 2019 aún no termina y matará millones de seres humanos.

¡Cuántas maravillosas especies la ambición hizo desaparecer de tu faz! ¿Para qué? Para tener un trofeo de caza, para vender el marfil, para posar en una foto, todo por la insana ambición de ser  más, de tener más, eso  nos va llevando a no tener nada y desatar tu furia.

   No nos alcanzó con tus valles y praderas, entonces rellenamos tus humedales para hacer  barrios cerrados, donde el egoísmo habita sin mirar tu magnificencia. Sin humedales no hay vapor que moje tus  ojos para que nos regales tus dulces lágrimas, y te vas partiendo en sequía, la gran fuente del Paraná agrandó sus costas y tal vez en unos años estés tan harta de lo que te hacemos, que secarás tus entrañas, pero  no  entendemos, no te cuidamos. Te pido perdón por la necedad, te pido perdón en nombre de toda la humanidad.

   La ambición escarba tu vientre y contamina tus aguas para encontrar los tesoros, por los que se llega a las  guerras, dejando en tu respiración un profundo hedor a sangre y pólvora.

    No nos damos cuenta que sin vos no hay futuro, sin vos se borrará todo vestigio... de que alguna vez existimos.

  Perdón casa mía, casa de todos, querida Tierra perdón.

Por:  Susana Beatriz Fondado

1 de octubre de 2020


lunes, 11 de mayo de 2020

CARTA PARA NADIE

Para nadie:

  Podés  extrañarte de a  quién va dirigida esta carta, obviamente todos se van a extrañar, pero es que nadie o ninguno de los que tendrían que leerla lo harán, esto lo leerás vos y yo,  esos que no lo harán son los funcionarios, los burócratas de escritorio que ponen las normas, sin conocer el sufrimiento que causan y sin conocer el modo que vive el común de las personas. Esos que dicen y repiten hipócritamente, que a los adultos mayores hay que cuidarlos, vos  y yo sabemos que no lo hacen, que cuidar a un adulto mayor no es tratarlo como si fuera un bebe que no sabe hablar y que no tiene experiencia en la vida, el adulto mayor  sabe lo que quiere y entiende perfectamente que a todos los gobiernos les estorban, y algunos de ellos también les molestan  a sus hijos, por eso tanto  funcionarios como hijos, no cuidaron a los que estaban en los geriátricos en los que murieron sin cuidados, sin protección a este  nuevo virus.
  Los burócratas de los bancos, tampoco previeron que a las tarjetas de débito nuevas o renovadas,  se  pudiera sacar la clave sin tener que hacer un blanqueo dentro del banco, porque el cajero no te lo permite y te canta “Error”, claro esto no es solo culpa de los bancos,  también la culpabilidad es de los funcionarios que ante la  bancarización de  la economía y ante la pandemia no lo consideraron “servicio esencial” , entonces se atrasó  todo y no hubo tiempo de modificar el servicio de los cajeros ya que los bancos estuvieron cerrados, tampoco funciona bien la página para generar la clave de Banca Internet, estás sacando la clave para el Banco Macro y te pregunta por los créditos que tenés en el Santander (Dicho sea de paso,  este jubilado no tiene créditos en Santander, ni en Macro) y no te da la opción de que digas que no tomaste crédito en ningún banco, entonces al final, te pregunta cuando vence el último resumen de tu tarjeta de crédito  terminada en XXXX, entonces vos agarrás  el último resumen que te llegó, porque el nuevo no lo tenés todavía, calculás que más o menos todos vencieron en la misma fecha y se la mandás, y se ve que le cambiaron la fecha, porque  ahí cuando ya podías generar tu clave te dice “ERROR concurra a generar la clave al cajero automático, no se pudo identificar que usted es quien dice ser”, claaaro, si las preguntas no son claras y concisas, no puede afirmar que sos vos la persona  que está  gestionando esa clave y así todo funciona mal…
   El pobre jubilado para cobrar su jubilación mínima va a hacer la cola con barbijo, distanciamiento social, frío y con la cintura quebrada del  tiempo de espera en la cola del banco, con su tarjeta renovada y pensando que en el cajero podrá sacar el Pin de esa nueva tarjeta, lleva adelante todos los pasos  que le da el cajero automático, tal como se lo decía también el folleto que venía con la renovación… ups…! Error…. Volvé  a tu casa, si no tenés dinero para comprar comida embromate… y volvé  a salir con tu barbijo en la fecha y la hora que consigas el turno,  y si no tienes computadora para pedir el turno online buscá  a ver que vecino generoso, que no esté paranoico con el virus te saca ese turno para blanqueo de PIN, porque convengamos que no todos los jubilados tienen nietos o hijos que tengan una computadora y una impresora para imprimir el turno que te sirve de certificado para poder circular… Muchos de esos nietos o hijos están peor que esos padres jubilados con la mínima.
 O sea estimado   adulto mayor, decir que los cuidan es demasiado hipócrita de parte de los que nunca leerán esto. Esta es una de las miles de cosas que día a día van dejando al descubierto un sistema con demasiadas falencias, y no le echemos la culpa al COVID19, esto viene mal desde hace muchos años atrás, pero en los momentos que más se necesita un sistema que funcione,  es cuando te das cuenta  de que no  trabajan  para mejorar,  figuran que están trabajando para llevar sus sueldos suculentos en los bolsillos y vos  con tu sufrimiento, arreglate como puedas…

miércoles, 19 de febrero de 2020

Sistema perverso





   Surgen tantos  “opinólogos” en los programas de televisión y en las redes sociales, todos saben de economía, de política, de criminalística, o sea, parecen sabios.
   Sabios encerrados en sus propias opiniones, en  su pobre concepción del ser humano, en su pobre mirada para con el “otro”, realmente pueden dar pena y también rabia.
   Están ensañados con las pobres personas que cobran una mínima jubilación, sin siquiera acercarse a alguna de ellas y preguntarles cómo fue que quedaron encerrados en ese miserable sistema, en esa perversidad del sistema.
   Critican a la gente que,  no por izquierda, sino por medio de una ley hicieron una moratoria y se jubilaron sin aportes previos, aportes que pagaron en su moratoria. Tal vez esos mismos que critican el otorgamiento de esas jubilaciones, en su casa tuvieron un jardinero que dos veces por mes les cortaba el césped y al que le “pichuleaban” el precio que les cobraba por hora, pero jamás pensaron en hacerle los aportes ni pagarle un seguro. Tal vez esos mismos que se alarman con el otorgamiento de esas jubilaciones, por otro lado miserables,  tenían en su casa una muchacha que les limpiaba dos o tres veces por semana, o a alguna muchachita que les cuidaba los hijos y jamás se les ocurrió pagarles un sueldo en blanco con los correspondientes aportes. Claro, era suficiente según su estrecha humanidad, con que se ganaran unos pesos para la comida del día, entonces hoy todos esos, salen a decir que el sistema jubilatorio está quebrado a causa de esas jubilaciones, estoy segura que si pudieran, harían la quita de esos beneficios, porque ellos siempre fueron los iluminados, estudiosos y trabajadores, mientras los otros unos aprovechados del Estado.
   Pues bien, muchos de esos “aprovechados” pagaban los impuestos de sus casas, el IVA en sus consumos, etc., impuestos que se utilizaban para que los iluminados estudiaran gratuitamente en las escuelas públicas, cosa que ellos no podían porque ayudaban con su sueldo a sus padres, hermanitos o hijos. O sea que ¿si no tuvieron aportes había que dejarlos morir de hambre en su vejez?
Por un lado están las jubilaciones mínimas arriba detalladas, pero por otro lado están las jubilaciones de los empleados estatales, maravillosas jubilaciones, ¿Saben porque? Porque en actividad tuvieron fabulosos sueldos pagados y mantenidos por trabajadores autónomos y monotributistas,  que en su época activa pagaban monotributo, DREI, Ingresos Brutos, IVA,  Impuesto a las Ganancias, etc., etc., y hoy también cobran una jubilación mínima, porque el sistema jubilatorio es tan perverso, que pagaron fortunas en impuestos pero no les permitió hacer aportes mayores para mejorar el sueldo de su vejez, entonces esas personas que aportaron al país, una vez que se jubilan y por razones de salud no pueden seguir trabajando, deben de deshacerse del auto, la casa y muchas de las cosas que habían logrado con sus negocios o empresas, no hablo de grandes negocios, no hablo de grandes empresas, esas tienen el futuro asegurado, hablo del almacenero del barrio, hablo de la costurera, del mecánico del pueblo…
Por eso me indigna con la liviandad que te dicen y te quieren hacer creer, tal vez ellos lo creen, que el sistema de jubilaciones está quebrado a causa de la cantidad de jubilaciones mínimas.
Que el Estado falló, no tengo la menor duda, jamás durante cientos de años, se preocuparon por el empleo en negro, ahí sí está el problema, la carga muchas veces imposible de pagar de leyes sociales y de sindicatos, obras sociales, impuestos, generó muchísimo empleo en negro, tampoco se soluciona. De una cosa estoy segura, nada se va a solucionar culpando a los más pobres y en este caso, como en muchos, nunca es más valido decir: “El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra”.