Mi momento en el mundo.

viernes, 25 de octubre de 2013

ES LA VIDA...




Es la vida tan rápida y tan corta,
va en tropel  asombrando tu mirar,
sin que alcances siquiera a  descubrirla,
 un instante caminas el camino.

Deja atrás  una blanca fina estela
cual salitre, la espuma  de los mares,
¡tan fugaz es su huella!,  desvanece,
sin poder abarcarla con las manos.

No se alcanza  a peinarle los cabellos
de los   años dorados juveniles,
 son memoria  perdida en galopada.

La neblina  ya cubre la razón
por que cierra un candado el pensamiento,
y los huesos descansan  su cansancio.

martes, 15 de octubre de 2013

Una palabra, una cicatriz.

Cuando por accidente se corta nuestra piel, se abre una herida que con el tiempo se hará cicatriz,  al verla recordaremos el accidente, así cuando tratamos mal a  una persona abrimos una herida en su corazón, sanará  pero dejará una cicatriz que ni una goma, ni cirugía podrá borrar,  ya nada volverá a ser igual con ese ser, porque al vernos será como ver nuevamente la cicatriz.

sábado, 12 de octubre de 2013

QUIERO INTENTAR

Quiero intentar perder el rencor
que anida en mi alma frágil y oscura,
para darle la dulce luz de la paz
que borra el dolor que aprisiona el cuerpo.
 Levantaré una blanca muralla
con olas de amor.
El níveo vallado fuerte y alto,
no permitirá que la negrura
me atrape con sus garras de sal,
será suave como el algodón
el galope del corazón alado,
los ojos podrán abrirse
a los colores del mar,
del bosque y la campiña,
porque el odio  enterrado en el pozo del olvido,
nunca hará el viaje de regreso.
Quiero intentar  volar en un cielo añil,
donde las esperanzas brillantes
embriagan a los seres inmaculados,
y solo palabras  puras traspasan la barrera.
Quiero intentar todo eso y más.

jueves, 3 de octubre de 2013

AGITACIÓN

¿Quién sabe de la negra noche blanca,
de los húmedos sufrires
en el pozo oscuro de los silencios?
Las aguas se agitan en los siete mares
y en los continentes.
Es el metal que quema y en su ardor
 el disturbio les mata el recuerdo.
Son estrellas que se aglutinan
perdiendo el brillo que las une.
No pueden ver
que aún los brazos del árbol
abren su plegaria al cielo
y reciben el canto alado.
Trémulo y solitario
en la lejanía de los tiempos,
se ha secuestrado al niño volador.
Las aguas no encuentran su cauce
porque sepultaron la inocencia temprana.
Arrastran a su paso el lodo
que se amontona y  enturbia
para que no vean sus ojos ciegos,
para que no recuerde su espíritu
que cada gota es una hermana.