Esta, su historia a sus hijos
Purificación
Varela
con los
datos muy prolijos
les
dejaba como escuela.
Fue
prima de los Borbones,
y se
enamoró de un viudo,
así
perdió sus blasones,
solo
amor, ningún escudo.
Casose
la niña pura
con el
viudo con tres hijos,
la vida
se le hizo dura,
con los
propios revoltijos.
Cuando
los suyos crecieron
les fue
contada la historia,
con
penuria ellos vivieron,
y la
marca en la memoria.
Uno de
ellos en un día
intentó
hacer el reclamo
más
resultó que su tía
no reconoció ni un gramo.
Fue
ladrón en el palacio
henchido
de odio y de bronca,
escapó
como un batracio
con su
enojo y alma tronca.
De allí
se llevó cucharas
que con
su escudo atesora,
pudieron
costarle caras,
cuando
lo recuerda llora.
Hoy les
cuenta a los biznietos
la
historia de su familia,
ellos
muchachos inquietos
lo
escuchan en la vigilia.
No les
importa de escudos,
de
títulos, ni de nobles,
no
quieren ser cogotudos,
ni
necesitan redobles.
Ellos
trabajan con fuerza,
sin
llenarse de añoranza,
no hay
blasones que los tuerza,
ni les
quite la esperanza
De
seguir siendo honestos
sin
escudos en el pecho
no
quieren estar como estos,
solo
quieren ser derechos.
Ser
libres de protocolo,
libres
de elegir amor,
como la
vida es un rolo
ellos
viven sin rencor.
Mientras
los de la nobleza
viven
continuo temor
porque
el que todo endereza
devolverá
su favor.
Que es
caer en la desgracia
que el
mundo les venga encima
y
tengan en la acrobacia
perdida
su "noble" estima.
Esta es
la historia señores
de mi
abuela, noble dama,
la que
eligió sus amores
y ser
su dueña y su ama.
Antes
que aquellos honores
los que
tanta gente aclama.