Es eterna la lucha y efímera la vida, pasan los días y ahogados en situaciones por resolver, se nos van los años. Seguimos…ansiosos por darle solución a todo, por atender todas las cuestiones, más, nos olvidamos de atendernos a nosotros mismos.
Otro año más…y no miramos para atrás, tampoco miramos este día, tan solo lo dejamos pasar, no paramos, seguimos ¿Hacia donde…? Vamos rumbo a mañana…vamos rumbo a la nada…sin detenernos en Hoy.
Hoy, con todas sus bellezas, con el saludo de mi vecina de enfrente agitando la mano, con la sonrisa y el gesto de ese señor que para saludar al pasar solo levantó y bajó su cabeza.
Hoy con la charla apurada de la vecina de al lado que se queja, porque el árbol está perdiendo sus hojas, le duele la espalda para barrer pero lo hace igual, porque mañana…
Hoy…hay que pagar las facturas antes del vencimiento…pero hay una fila tan larga en el Banco… ¡Que pérdida de tiempo…! Parados en esa hilera soplamos ansiosos, golpeteamos nuestro pié en señal de impaciencia, rezongamos porque va lerda, miramos sin ver a las personas en derredor
Hoy…salimos corriendo del Banco…porque el trabajo nos espera…mucho trabajo…es que nos apuramos a hacer lo más posible, para cuando comience el mes siguiente, volver a hacer la ronda eterna de los pagos. Ni pensar si cuando tenemos que hacer un trámite nos toca un día de lluvia, ya salimos enojados, vociferando contra la madre naturaleza, olvidándonos que gracias a ella tenemos los tomates frescos, las verduras, frutas y que se llenan los ríos y las napas para que también nosotros bebamos el agua que nos brinda.
Es que la carrera diaria, para mañana, el tener esto o aquello nos deja ciegos al día de hoy, a la lluvia, al arco iris, a las palomas, pegasus y ángeles que forman las nubes, al brillo del sol, bullicio de los niños…nos perdemos todas las maravillas de hoy, así en rueda sin fin…
Y llegamos...sí que llegamos a mañana…a la nada…oscura y absoluta…sin conocer nunca, sin haber saludado jamás al día de Hoy….
Unas reflexiones muy acertadas en estos tiempos que corren. Pero qué pocas veces nos detenemos a pensar en el estilo de vida que llevamos y nos dejamos arrastrar por la rutina.
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