Sedienta de más respuestas
me propuse a beberlas
¿Por qué existen las guerras?
¿Por qué imponen las ideas?
¿Por qué fabrican más armas?
¿Por qué destruyen las almas?
Hambrienta de respuestas
me avoqué a comerlas
más no sacié mi hambre
y me quemó dentro la sed.
En el limbo del olvido
las intenté recuperar
a todas han abatido
se los puedo aseverar
En tumbas van las preguntas
mataron la contestación
quiero llevarle mis flores
pero están sin dirección.
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