Mi momento en el mundo.

martes, 15 de mayo de 2012

Hasta mañana



     Siempre que  quiero escribir temprano, me inunda la cabeza el sonido terrible del televisor con un volumen para sordos, me hace un batido de ideas y un odio exacerbado hacia todo lo que tenga que ver con estúpidos programas mediáticos, inservibles, vacíos de contenido cultural y de realidad.
   Casi puedo ver el humo saliendo por los volcanes de mis orejas sufrientes,  nublando por completo mi martirizado cerebro.
   Por si fuera poco con el sonido, me llegan los comentarios….- vení, vení…ajajá…mirá-
   Es que nadie puede entender que no me interesa ni un pepinillo todos esos programas que pudren la mente de las masas y los idiotiza frente a una caja que ni siquiera es mágica.
   Si tan solo pudiese dedicarme solo a escribir, tal vez esperaría a que las luces de la casa se apagaran por completo, me levantaría enfundada en mi pijama rosa, con las pantuflas haciendo juego (típica Pantera Rosa), entonces en la quietud y serenidad de la noche podría redondear la idea que me burbujeó la sesera esta tarde, pero como eso es imposible porque mañana me levanto muy temprano para trabajar y como también es imposible que pueda escribir, con los gritos desaforados de ese programa donde el conductor, si no grita, no es conductor, tomo la drástica medida de irme a dormir, me acostaré ilusionada con que tal vez mañana se corte el cable del aparato infernal y yo pueda desarrollar libremente, sin intromisiones, mi mayor deseo; que es escribir en  una paz de infinito silencio. Hasta mañana.

sábado, 12 de mayo de 2012

Abrió los ojos

Abrió los ojos de golpe, como si hubiese nacido después de un  parto que duró casi cuarenta años, se vio a sí misma como a una rama  seca a la que un largo otoño le quitó sus hojas, a la que un largo invierno secó sus ramas dejándolas quebradizas, tristes, vacías.
  Vio con los ojos de su alma, que toda su vida había mirado con los ojos de él, que todo su camino lo recorrió con los pies de él, que los sonidos del mundo los escuchó con los oídos de él, que el aire que respiró, entró por los pulmones de él.
   Se dio cuenta que nunca compartió, que solo resignó sus anhelos en pos de los de él.
   Buscó su propia familia y se encontró con que no estaba, no sabía en que momento la perdió, solo estaba la de él.
   Y se dio cuenta que nunca fue ella.
   Recordó ese hijo que no fue, porque él dijo que no.
   Entonces quiso repasar la historia, su historia, y vio que no tenía.
   Había dejado atrás sus ilusiones, sus anhelos, el hijo que no nació, todo para respirar con su respiración, pero cuando pidió que quería compartir la alegría, el día, la compañía, solo recibió rezongos, quejas, a él solo le importaba  sus ambiciones, sus sueños, sus anhelos, no los de ella, y se sintió solo un mueble más de sus caprichos.
   Razonó para encontrar algo que le perteneciera por haberlo querido ,  percibió que nada de lo que tenía lo había adquirido para ella, todo fue para verlo feliz a él.
   Creyó firmemente que los corazones también se parten, que una vida se puede secar igual que la hierba en el invierno.
  Gritó en silencio con sus ojos y su cuerpo. Su alma estaba marcada cual las hojas muertas con su nervadura.
  Y se sintió nada, en un mundo que tiene todo, pero que le era ajeno.

viernes, 11 de mayo de 2012

Alma errante

Alma errante en  camino con  espinas
Va sufriendo  el hastío con dolor
Va perdida,  buscando en las esquinas
¿Donde vive, quién  tiene un gran amor?

¿No comprendes que busca? ¿No  adivinas?
Busca entrega afirmada con honor
De egoísmo desnuda, ¡no alucinas!
Que le impregne alegría y de candor.

 Sufre penas, vacíos en cantinas
Donde busca no encuentra del verdor
Solo angustia con garras asesinas

Que le clavan  su pecho con inquinas
Que le estampa a su cuerpo gran temor
Que le pase su vida en opalinas.