La levanta en las noches su locura
para hilar con la seda de la tinta
esa historia tan fresca, tan distinta
que le borra su dejo de amargura.
Con las letras el muro ya se pinta
desgranando en el beso la ternura,
o tristezas de muerte y de negrura,
es palabra, poesía, casi extinta.
Sobrevuela la loca en su delirio
por el vértice pálido de ojera
mientras deja grabado su martirio.
Ya cubierto de rosas de albardera
va encendiendo rubores ante el cirio
porque ¡rompe un poema la barrera!
Preciosas palabras las de tu decir , Susana ! Comparto la locura de esta loca. La poesía , la escritura en general, deshilacha las amarguras que se hacen más poderosas en el nocturno deambular del pensamiento. Aunque mi locura especial para derribar muros de negrura es la música (que no plasmo pero que escucho casi avariciosamente ) escribir es el reposo de las angustias. Hilás,escribís, cerras los ojos, respiras hondo y el muro se pintó de esperanza. Podés volver a reposar y aunque las ojeras te queden puestas por un rato más ya son de otro color, no?
ResponderEliminarBello, bello, bello.
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