Esta vía se hace corta,
escasa y entre piedras,
es difícil caminar
cuando se distancia del tren.
Lento te mueves,
los brazos están pesados,
el corazón que se apaga
quiere dejar de latir.
El espíritu ligero,
sube por la montaña
y vuela en la cima,
después de haber parado
para admirar del camino,
cada
piedra que fue tropiezo,
cada
flor y cada cactus
que en el alma anidó.
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