Como intensa luz del rayo,
como fuerza de ciclón,
Como abrazo de marea
en el alma vas prendido
y por ti, yo soy quien soy.
Como pétalo de rosa
la caricia de tus manos.
¡Ay! tormenta de tus ojos
que me abrasan como soles,
me mantiene encadenada
sin poder cerrar los míos,
pues sin verte, se que muero.
No condenes al amor
a la hiel de lejanía,
si te tengo aquí tan cerca,
el silencio es no tenerte.
Sigue amando como hoy
te suplico con el alma,
que este fuego no se apague,
que jamás venga la nieve,
a este amor grande y bonito
que empezó hace tanto tiempo,
no recuerdo, ya ni cuando.
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