Disculpa querido amigo, morir para ti está prohibido
No permitiré tu muerte, por ningún galpón nefasto
Morir, hay que morir, pero tu vivirás conmigo
No permitiré tu muerte, como si fueras un trasto
Diste alimento a mis hijos, a los hijos de mis hijos
Seguirás alimentando, mientras que yo, esté contigo
Perfumarás mi jardín, cuando te llenes de azahares
y debajo de tu sombra, se escucharán mis cantares
No eres como el flébil, antónimo en consistencia,
mas tú madera añil, dio a mi mate su existencia
En la tormenta de marzo, un brazo te fue arrancado,
de ahí que me fue tallado con su forma tubular,
para acompañar mis tardes, en la reunión familiar.
Por eso amigo te digo, de aquí
de aquí, no te han de quitar.
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