El invierno se resiste a morir. El fuerte viento helado, le arranca melodías al cableado, como si fueran las cuerdas de una guitarra.
Por mi ventana, puedo ver la calle desierta, alguien pasa caminando encorvado, mostrando solo sus ojos entrecerrados, como cubriéndolos del viento, su bufanda, como una mordaza, da varias vueltas en su cuello, cubriendo la boca y la nariz, fantasmal figura; que intenta escapar del soplido que arremete con furia, empujándolo a un paso mas acelerado, quiere frenar la embestida, entonces, el tranco mal dado, hace que trastabille y vuelve a enderezar su caminar, esta vez, dejando que el viento cumpla con su voluntad.
Gris oscuro el cielo en plena tarde, los árboles se doblan, como si quisieran tocar sus raíces con los brazos desnudos.
Te llamo, para mirar y escuchar juntos tras los vidrios, lo que sea tal vez, la última melodía de Agosto que; aunque no quiera, dará paso a un Setiembre primaveral, deseado, esperado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario