Un montón de piernas largas
me separaban de ti
que me dejaran llegar
a los gritos les pedí.
Llorabas sobre la cama
yo no sabía porqué
cuando llegué hasta tu lado
recuerdo, también lloré.
Tu llanto era por la muerte
de aquel magnífico ser
que nos dejó a las dos solas
no lo pude conocer.
Era apenas una niña
no lo podía entender
que mi padre me faltara
¿Quién me habría de querer?
Por mucho tiempo quedó
profundo abismo en tu mente
con vida siempre enlutada
por el negro de tu suerte.
Las perlas que hubo en tus ojos
en mí quedaron grabadas
amarga hiel del destino
despertar en las mañanas.
Despertar de cama vacía
despertar no lo querías
porque sabías de sobra
que sin el tu no vivías.
Tu padre vive en el cielo
eso es lo que me decías
no mostraste tu sonrisa
mientras tu niña crecía.
Hoy los dos ya viven juntos
en ese cielo que odié
pues depositó en tus ojos
triste sal con que me crié.
Reflexivo Poema. Éxitos en el concurso 20blogs.
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