Un vacío muy extraño se acurruca
en el alma, aprieta fuerte, duele.
Palpitante dolor atesorado
Es tristeza sentida sin motivo
Arrebato del llanto sin razón
Entremezcla de amargo con lo agrio
que le quita a los sueños la ilusión.
Los latidos, gigantes que golpean
en la noche que oscura te atropella
tras el eco del ruido silencioso
que te muestra perdida ya tu estrella.
Esa angustia constante te lastima
se retuerce atormenta sin cesar
falta cura que sane las heridas
que se esconden, no acaban tu pesar.
Es agónico llanto lastimero
con su falta total de fundamento
que te tiene enroscada en tu agujero
sin salida, sumida en tu lamento.
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