La paz, no es una utopía, si todos ponemos la verdadera fuerza y energía de nuestro interior puede lograrse. Hay una palabra de mucho valor entre los valores que debe tener el ser humano, es “Respeto”. Respeto a las ideas del otro, a su libertad, a su fe, a sus derechos, a su territorio, respeto a todo lo que el otro ser humano piensa, tiene y desea. No significa eso, que todos debamos pensar igual, no hace falta una sociedad uniformada, siguiendo la voluntad ajena, eso no es respeto, es subordinación al autoritarismo. El respeto a permitir que los demás expresen sus ideas aunque no las compartamos, nos alejaría de las guerras. El mundo puede ser un oasis, si el razonamiento con respeto llega a los fanáticos religiosos, políticos, etc. Solo a través de la cultura bien intencionada, sin manipulaciones oportunistas, puede llegar la paz anhelada. Mientras algunos en el mundo, silenciosamente, lo intentemos con nuestras letras, la esperanza no está perdida. Podemos ser langostas, destruyendo todo a nuestro paso, podemos ser abejas regalando miel, con nuestro esfuerzo. La elección está en nosotros, me gusta ser abeja, vos ¿qué elegís…?
EL RESPETO TRAE PAZ
ResponderEliminarLa paz, no es una utopía, si todos ponemos la verdadera fuerza y energía de nuestro interior puede lograrse. Hay una palabra de mucho valor entre los valores que debe tener el ser humano, es “Respeto”.
Respeto a las ideas del otro, a su libertad, a su fe, a sus derechos, a su territorio, respeto a todo lo que el otro ser humano piensa, tiene y desea.
No significa eso, que todos debamos pensar igual, no hace falta una sociedad uniformada, siguiendo la voluntad ajena, eso no es respeto, es subordinación al autoritarismo.
El respeto a permitir que los demás expresen sus ideas aunque no las compartamos, nos alejaría de las guerras.
El mundo puede ser un oasis, si el razonamiento con respeto llega a los fanáticos religiosos, políticos, etc.
Solo a través de la cultura bien intencionada, sin manipulaciones oportunistas, puede llegar la paz anhelada.
Mientras algunos en el mundo, silenciosamente, lo intentemos con nuestras letras, la esperanza no está perdida.
Podemos ser langostas, destruyendo todo a nuestro paso, podemos ser abejas regalando miel, con nuestro esfuerzo. La elección está en nosotros, me gusta ser abeja, vos ¿qué elegís…?