¿A qué cielo,
viaja el alma del amor cuando se muere?
¿De donde es el agua,
que ahoga el fuego de la pasión?
Dime ¿Donde está el sepulcro del querer?
¿Por qué se marchitan las rosas rojas del deseo?
¿Es el témpano del desamor,
más frío que la muerte?
¡Dime, dime!
Para que mi alma vuele a su encuentro.
Para secar la fuente siniestra que lo apaga.
Para abrir su tumba y resucitarlo.
Para darle eternidad a los pimpollos.
Para no sentir este frío eterno,
deseando morir, a no tenerte.
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