Los seres humanos, estamos convencidos de haber dominado el pasado y de ser los dueños del futuro.
Así vamos enseñando a los jóvenes que el mundo se va encaminando a manejarlo todo con tecnología. Una tecnología que va haciendo perder poco a poco, palabras, letras, escritura, etc.
Vemos como por la urgencia de los mensajes cortos, abrevian palabras con la quita de las vocales, así hace miles de siglos se perdió el nombre del Dios de los judíos, por que no se usaban vocales, solo las consonantes JHV por lo que no se sabe si su nombre era Jahave, Jehova o con otra vocal, ahora parece que vamos en el mismo camino, pero todo eso para acortar los mensajes en algunas redes sociales o teléfonos móviles.
La letra cursiva, para los niños, es un jeroglífico difícil de descifrar, se han acostumbrado a la letra de molde o imprenta y para mayor preocupación, es más lo que escriben sobre las teclas que con tinta y papel, o sea se va perdiendo la costumbre de escritura a mano, que da un movimiento con sintonía fina. Ya no guardamos nuestros escritos en papel, hoy todo está en Word.
La memoria para las tablas matemáticas, el razonamiento, se va reduciendo a una calculadora científica.
Si el hombre dejara por un momento la soberbia de creer que todo lo puede, se daría cuenta de que estamos formando jóvenes dependientes de distintos aparatos, que ante una catástrofe donde la tecnología dejara de existir, no sabrían con sus propias manos, plasmar datos de su situación y no podrían ubicarse en tiempo y espacio, y de seguir con los libros electrónicos, que van avanzando sobre los de papel impreso, tampoco les quedarían datos registrados para subsistir.
Los adelantos, son maravillosos y pueden ayudarnos a vivir cómodos, pero si ellos nos limitan, no sirven.
Esto no quiere decir que se deba rechazar lo que nos ayuda, lo que nos proporciona comodidad, sino que además de aprender a usar toda la tecnología que la inteligencia del hombre crea, se debe seguir enseñando, las cosas básicas y elementales que ayer nos llevaron a disfrutar el “Enter” de hoy.
Debemos replantear, que mundo queremos para la supervivencia de las futuras generaciones. Nada nos asegura que podremos conseguir energía ilimitada, o que el planeta no cambie, como ya lo viene haciendo desde hace millones de años.
Usemos y enseñemos con la tecnología de ayuda, pero no lo hagamos como si fuera el único modo, conocer la fuente de origen, lo básico, lo elemental, es mas importante de lo que parece.
De ello podría depender que el ser humano siga existiendo en el cosmos.
Tinta y papel, mente y máquinas... qué conjunción, nó ? sólo que debemos saber aprovecharlas convenientemente !
ResponderEliminarEs cierto Víctor, hay que aprovechar la tecnología, sin dejar de lado la tinta y el papel, me encanta el aroma de los libros y las buenas bibliotecas!!!
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