Unidas,
como
cuentas de collar se encadenan.
Levantan
vuelo, por los recónditos
pasajes
del corazón.
Son
libres
en el
intricado camino de la vida,
como la
luz, como el aire,
para
entrelazarse soltando amarras
en el
ritmo melodioso de un verso.
Entran
en la noche
a
hurtadillas,
logrando
el insomnio de mil noches.
Llaman
en la puerta del desvelo
con
insolencia,
para
correr por el níveo folio
como
torrentera,
cincelando
el alma
de una
poesía.
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