Un desayuno frugal, silencio de compañía
ruido a máquinas, temas sonsos y de noticias,
murmullos, lejanos murmullos sin sentido,
murmullos inteligibles, palabras no escuchadas,
desatención del otro, desinterés de escucha.
Almuerzo con noticias, imágenes repetidas,
aburrimiento, hastío, frío gris de tiempo,
digestión con pesas en el alma anciana,
y al cabo de la monótona siesta,
con espíritu adormecido, otra vez el ruido,
ruido a máquinas, ruido a intereses, a nada.
Un escape imposible, un escape sin intento,
una salida con pensamientos desbordando todo,
pensamientos silenciosos, eternamente callados,
angustia monótona de mover las piernas
para seguir corriendo en el mismo lugar.
No hay música, no hay trompetas, solo hojas secas
de un otoño que nunca vivió el verano.
Llega la noche, los murciélagos proyectan su danza,
el búho se apresta a chistarle a la luna,
pero en este lugar, nada se dispone, nada nuevo,
todo es igual, la cena, el somnoliento paso de las horas,
hasta mañana, donde todo vuelve e empezar.
Poetica descripción de la monotonía en contra de la cual debemos luchar siempre. Gracias por compartir.
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