La vida se torna difícil cuando nuestra
mente invade el alma, porque es ahí cuando comenzamos a calcular, aprendemos a
odiar, miramos constantemente el lado económico lamentando lo que no tenemos,
protestamos por la política, por el salario, por ese coche que nos rebasó por
la derecha, por los jóvenes que tocan el claxon justo cuando empezábamos a
dormirnos, por esa vecina que grita exageradamente al retar a sus hijos a la
hora de la siesta.
Olvidamos la espiritualidad para hundirnos en un
mundo netamente material, en un mundo en el que no hay casi lugar para la
poesía. Nuestra personalidad se vuelve parca, odiosa y negativa.
Es bueno sacar toda la bronca contenida ya sea escribiendo sobre lo que nos molesta o
contestando las publicaciones en las redes sociales, publicaciones que nos
sacan de quicio, pero intentamos contradecir con nuestra opinión tratando de
ser educados y juiciosos, (bueno, no todos son tan educados y juiciosos). Pero
no sirve de mucho, porque hacemos todo dejando de lado nuestro verdadero ser y
hacemos brotar el otro, el que siempre se enoja, el irritado ser que todo lo ve
negro.
En toda esa vorágine de broncas políticas,
broncas porque el dinero no alcanza, broncas por los dichos y acciones de
personas intolerantes o incoherentes, nos vamos olvidando de las cosas que nos llenan el alma,
no podemos medir que son más las cosas buenas, que las malas.
Perdemos la proporción, sojuzgamos a los
demás. Nos resulta oscuro el mañana, nos resulta oscuro porque nos olvidamos de
mirar que en cada día hay un amanecer, que aún lloviendo el día es hermoso
porque, por la lluvia crecerá la siembra, el árbol que con cariño cuidamos, el
jazmín que adorna y perfuma un patio…
Dejamos de mirar las estrellas maravillados,
porque en cambio vemos planetas y soles y aún en esa concepción desde aquí se ven hermosos, pero la mente
invadió al espíritu y nos cegó el alma.
No lo permitas, dale fuerza a tus ideales
con el alma, un ideal sin alma no tiene
significado.
¿Amas escribir? …Escribe
¿Te gusta caminar? …Camina
¿Deseas lanzar un grito liberador? …Lánzalo
Que la dirección en la que va el mundo, no
tuerza la dirección en la que tú quieres ir, porque eres único, tienes el derecho y el deber de no dejarte
arrastrar. Piensa, pero por sobre todo, ponle alma a tu camino.