Me considero una persona muy frontal, jamás medí las consecuencias de decir lo que siento o pienso, ¿seré frontal o estúpida? Bueno no importa…mejor no voy a ahondar en esa investigación, tal vez no me guste la respuesta…
Lo que me lleva por ese tema es que hoy, cuando iba más que corriendo, diría volando a hacer unas compras, al pasar por la puerta de un buen amigo, estaba Carlitos con el, conversando, paré unos segundos de mi carrera para intercambiar unas pocas palabras y de paso me regaló el diario del pueblo que generalmente se cobra dos pesos para paliar los gastos de impresión y papel, me extrañó que me lo diera y le pregunté cuanto debía abonarle, a lo que los dos me respondieron: - ¿No viste el programa del sábado…?
Carlitos es el periodista local, el mismo que además de trabajar en la radio y el canal del pueblo, también realiza el muy interesante diario…no podía mentir…no había visto el programa… y justamente en el había dicho que se lo iba a entregar esta semana gratuitamente. Dije la verdad: - No les voy a mentir, no lo vi.- ; ahí está el tema que me lleva al título, porque el periodista me dijo: -Difícil encontrar una mujer que diga la verdad- Por supuesto creo que fue una especie de halago por mi sinceridad, pero era un tema que me daba pie para un discurso en defensa del género femenino, el problema, es que tenía tanto apuro que solo respondí: -Digo la verdad pero también exijo lo mismo-. Y raudamente retomé mi camino al supermercado.
Claro, el tema me quedó picando..., me agarró como diría mi admirada escritora Patricia Ferreyra, el síndrome de las XX; mucho más, por no haber tenido el tiempo suficiente como para preguntarle el porqué de esa deducción tan propia de un XY.
¿Quién miente a quién? ¿Quién es más mentiroso? ¿Por qué mentimos las mujeres?
Las dos primeras preguntas tal vez no tengan una respuesta exacta, pero de la tercera, a mi humilde entender es esta: Las mujeres mentimos porque desde tiempos ancestrales, nos educaron a agradar y servir al hombre (mala enseñanza) y en nuestro intento de hacerlos sentir bien, largamos las eternas mentiritas ( eres mi único amor, eres el ser más importante para mí, estuviste grandioso, siiii me gusta…etc.…etc.…)
Te imaginarás que cuando decimos que son lo más importante, se nos viene a la mente el sentido de culpa que nos da el no decir que nuestra madre, hermano o hijo ocupa el mismo o el primer lugar en importancia…pero nuestra misión es hacerlos sentir bien a ellos…entonces cumplimos nuestra parte con una inocente mentirita.
Bueno…también hay grandes mentiras…pero siempre dejemos en claro que la culpa la tienen ellos, solo ellos han decidido lo que nosotras debemos ser…las exigencias de mantenernos jóvenes porque sino nos cambian por otra…delgadas como una modelo…”todas paraditas”…aunque después se quejan de lo caras que son las intervenciones quirúrgicas. Claro…cuando conocen los gastos que debemos tener para mantenernos, ahí nos dicen que nos aman tal cual somos…que nos adoran así…¡¡¡Mentidme que me gusta…!!!
Bueno, para hacerla más corta a esta charla, resumo: Nosotras mentimos, mis queridas hermanas de género, porque ellos nos obligan a hacerlo…he dicho….
Lo digo ahora, porque se me había quedado la respuesta atragantada…y no podía morir ahogada….
Solo quiero apuntar una cosa...ellos también mienten. Y a veces no hay quien les pille...deberías escribir otra opinión sobre sus mentiras. Un besazo.
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