Mi momento en el mundo.

martes, 27 de diciembre de 2011

Reflejo

Agua quieta que devuelves la figura
agua mansa, mostrando tantos daños
reflejando la pérdida en lisura
la expresión no se afecta con los años.

Tiempo que caminante nos trituras
para vernos de frente tan extraños
solo nuestro exterior lo desfiguras
pues la esencia mantiene su tersura.

En la imagen que muestran los espejos
aún siguen los niños que inocentes
imitaban felices sus reflejos.

Las arrugas con aires displicentes
no mataron la vida y los festejos
del espíritu aún adolescente.

sábado, 24 de diciembre de 2011

La mudanza


Palita y balde de juego
que en un bolso transportaba
saludando a los vecinos
haciendo nuestra mudanza.

Dejábamos Saavedra
barrios de mi Buenos Aires
para mudarnos más lejos
sin su sonar de violines.

Quedó esa, mi casa vieja
aferrada a mi memoria
con su pisos de madera
y en su jardín la magnolia.

Mi amiguita de la infancia
hablaba desde el balcón
no la dejé en el olvido
la tengo en el corazón.

Cada cambio es un desgarro
que no lo hacemos notar
son giros que da la vida
en eterno galopar.

Casa nueva, todo nuevo
algo más por recordar
se nos llena la cabeza
de amigos para evocar.

La pérdida


Un montón de piernas largas
me separaban de ti
que me dejaran llegar
a los gritos les pedí.

Llorabas sobre la cama
yo no sabía porqué
cuando llegué hasta tu lado
recuerdo, también lloré.

Tu llanto era por la muerte
de aquel magnífico ser
que nos dejó a las dos solas
no lo pude conocer.

Era apenas una niña
no lo podía entender
que mi padre me faltara
¿Quién me habría de querer?

Por mucho tiempo quedó
profundo abismo en tu mente
con vida siempre enlutada
por el negro de tu suerte.

Las perlas que hubo en tus ojos
en mí quedaron grabadas
amarga hiel del destino
despertar en las mañanas.

Despertar de cama vacía
despertar no lo querías
porque sabías de sobra
que sin el tu no vivías.

Tu padre vive en el cielo
eso es lo que me decías
no mostraste tu sonrisa
mientras tu niña crecía.

Hoy los dos ya viven juntos
en ese cielo que odié
pues depositó en tus ojos
triste sal con que me crié.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Benjamín y el pajarito.



 El silbido del viento fuertemente siseaba por las pequeñas hendijas de las ventanas, se podía ver como se sacudían las ramas de los árboles y volaban como si tuviesen alas, papeles y botellas plásticas, vaya uno a saber de donde habían sido arrancadas por la ráfaga del vendaval. El soplido comenzó a perder fuerza y prontamente se largó una fuerte cortina de agua que el cielo venía conteniendo, hasta que no soportó más la pesada carga.
   Duró muy poco, solo lo suficiente como para que las calles se llenaran de cordón a cordón del agua que al caer, se mezcló con aceites  de automotores, tierra y restos de la contaminación, se veía marrón.
   Benjamín que aguantaba muy poco, casi nada el encierro, cuando se fue despejando el cielo, salió al patio seguido de su hermano seis años mayor, Facundo.
   Le pareció que sobre el pasto del jardín, algo pequeño y gris intentaba moverse,  con su curiosidad a cuestas se arrimó y a los gritos exclamó: – ¡Facu, un pajarito lastimado!-
   Buscaron una caja de zapatos, le acomodaron unos trozos de tela para hacerle confortable la recuperación, les desesperaba la idea que no pudiese sobrevivir el pobre gorrión azotado por la tormenta. Así fue, no pudo sobrellevar los fuertes golpes recibidos y el ave se murió.
   Facu, le explicó a Benjamín que debían hacer un pocito en el jardín para enterrarlo y el pequeñín  que estaba en la época del ¿Por qué?  Pidió las explicaciones del caso.                                                               Facundo pudo haber dicho que lo iban a enterrar porque si lo dejaban así se pudriría y despediría olor, o pudo dejar entrever que también se lo podría tirar a la basura, también pudo hacerle saber que a todo animal incluyendo a las personas, se les da sepultura, pudo haber dicho muchas cosas que desfilaron por su cabeza de niño de diez años, pero como ya sabía los -¿Por qué?- que le vendrían como  metralleta, fue por el lado más sencillo y le contestó que era para que Dios lo viniera a buscar y el pajarito pudiera llegar al cielo.
   La intención fue maravillosamente buena, pero, con Benjamín nunca se sabe que esperar…
   Al día siguiente estaban todos sentados almorzando, el pequeñín comió apurado y salió al patio, todos pensaron que a jugar.
   La abuela, todavía almorzando, mientras miraba televisión, tanteó el lugar de la servilleta para limpiarse los labios, sintió bajo sus manos algo blando, granulado, miró para ver que era, ¡Oh sorpresa! ahí estaba el gorrión desenterrado, lleno de tierra.
-ayyyyyyyy…Como vas a poner esto en la mesa Benjamín-  el la miró extrañado, no entendía que le daba tanta repulsión a su abuelita y le contestó: -Dejame abuela,  no ves que Dios no lo vino a buscar-

martes, 13 de diciembre de 2011

Lo principal es amor



Reloj que cantas las horas
pasando a mí alrededor
no me las marques tan fuerte
 porque me invade el temor.

Quiero que llegue mi niño
para contarle estas penas
tienen un sabor amargo
y me corren por las venas.

Quise ser la mejor madre
para ti mi hijo querido
más cometí mil errores
sin haberlo pretendido.

Tu calzado y tu vestido
no quería que te falten
así se me pasó el tiempo
muy poco para abrazarte.

No te equivoques hijito
ahora que ya eres padre
detén tu loca carrera
antes que sea muy tarde.

Detén tu loca carrera
ponle freno a la ambición
para que nunca te duela
lo que a mí ya me dolió.

Abraza y besa a tus niños
siempre que esté la ocasión
no te pierdas de ninguna
regálales la ilusión.

Que no hay bien más duradero
que no hay regalo mayor
y es recibir un abrazo
cuando te brindan amor.

Perdóname mi pequeño
si mi beso te faltó
y que no pase lo mismo
como a los dos nos pasó

lunes, 12 de diciembre de 2011

El primer amor


Ningún amor fue tan puro
como el que tu y yo tuvimos
caricias solo en la mente
al primer beso reímos.

Mirar que todo decía
cartas con tinta limón
letra al calor de la lumbre
solitaria en la ocasión.

Amor de  edad prohibida
compañeros de salón
con un roce de las manos
galopaba el corazón.

Recuerdo tu risa franca
y el banco que cobijó
la inocencia del momento
que mi boca el si te dio.

Caminamos de la mano
el sendero solitario
buscando que nadie sepa
de ese amor extraordinario.

Cuanta dulzura inocente
que sepultaron los años
tal vez ya ni lo recuerdes
ya somos los dos extraños.


Cantor de sueños


Caminante de la noche
con tu equipaje de sueños
adorador de la vida
buscador de tus anhelos.

Llevas tu guitarra al hombro
tu canción en las alforjas
para que el mundo las oiga
y en el cielo las recojan

Viajero en tantos caminos
cosechador  de esperanzas
otros seguirán tus huellas
pues con cantar les alcanza.

.Canta, cantor de cantares
que tu canción llegue lejos
para que canten los niños
para que suenen sus ecos.

Le cantas a la alegría
y también a la tristeza
cantando por el camino
hasta que el alba aparezca.

Cantando vas a la luna
al lucero y las estrellas
que ellas te guían andando
te olvidas de tus querellas.

De los cantares de amores
llevas llena tu memoria
porque viajando y amando
vas escribiendo tu historia.

Canta, cantor de cantares
que tu canción llegue lejos
para que canten los niños
para que suenen sus ecos.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Luna, lunita

Mira que luna la luna
que esta noche apareció
a reflejarse en tus ojos
en tu copla y tu canción.

Luna, lunita, la luna
es un blanco medallón
desde lejos sus montañas
parecen un murallón.

Blanca como tu piel blanca
brillante como tu mirar
me tienes esclavizado
atado a tu suspirar.

Como la luna en la noche
que alumbra la inmensidad
eres mi luz y mi vida
si no me creéis mirad.

Mirad la luna en mi pecho
lleva grabado tu nombre
me lo grabé aquel día
en que por ti me hice  hombre.

Luna de mis alegrías
no te quieras esconder
no te escondas tras las nubes
mira que te quiero ver.

Vuelvo, mi niña...

Grito que gritan mis labios
un mensaje están mandando
con un nudo en la garganta
voy el barro atravesando.

Vuelvo a casa mi criatura
rodeando la montaña
abrazarte es mi deseo
toda la noche y al alba.

Tendrá envidia de tu rostro
la palidez de la luna
y guardará en su memoria
tus ojos color de tuna.

Fragilidad del silencio
que romperá como espada
un gemido enamorado
y  la frialdad acabada

En una lata sellada
guardaremos la tristeza
contaré los mil suspiros
sobre tu boca cereza.
 
Vuelvo a casa mi criatura
niña bonita, mi niña
a beber de tu boquita
sabrosita como  piña.

¡Como te han cambiado!

¡Como te han cambiado Buenos Aires!
 apuñala la nostalgia de otros tiempos
de los olores de café y lustrabotas
de los tangos, de la esquina y sus jardines.
Se perdió en el eco del camino viejo
el tranvía por tus calles empedradas.
Noctámbulos con historias no contadas
grabadas sobre la mesa de algún bar.
El progreso avasalló tu  memoria
quitaron tus ladrillos de ayer
recuerdos que en tus muros guardabas
perfume agridulce de lo que un día fue.

Sos un mudo testigo de un avance con dolor
cubierto de negro asfalto lo que era bella flor.
Tu gente se fue perdiendo pues la vida los borró
ya pocos cuentan tus crónicas, casi nada te quedó.
El modernismo impenitente no conoce de aflicción
no atiende melancolía, destruyó tu corazón.
En algún álbum oxidado que alguien habrá guardado
entre venas en blanco y negro alguna foto quedó
del conventillo de antaño y de ese bodegón.
Si en otros países cuidan con pasión de historiador
a sus viejas construcciones en su eterna tradición
¿Qué te hicieron Buenos Aires? ¿Quién fue que te traicionó?

Acaso lo hicimos todos, por no medir la ambición.






lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Cuántas veces?


   Te quedaste pensando sin pensar, ¿Cuántas veces quedaron en blanco tus sentidos o cuantas veces quedó tu papel en blanco, sabiendo que tenías mucho por decir pero no sabías como?
   ¿Cuántas otras, pensaste en lo vacía de tu vida porque no tenías nada por decir?
   Creíste que te faltaba imaginación, que tu mente no funcionaba para lo que pretendías transmitir.
   Difícil el camino de escritora, cuando se vacían los pensamientos, cuando falla la inspiración y aún así te consume el ansia por  escribir.
   Ya vendrá de golpe como una balacera de palabras, tu inspiración, para inundar tus páginas vacías, solo escribe, escribe, escribe…

Alma en pena

La sangre se me agolpa en el silencio
perdido en esta noche sin estrellas
con el negro alquitrán de mis querellas
a vivir en olvido me sentencio

Avanza cual la rueda de los años
 taxi libre llevando mi memoria
recuerdos del ayer que fueron gloria
oasis entre llantos por sus daños

Aeropuerto del vuelo de un amor
gato infiel que me hizo ser ratón
En verano sin sol y sin calor

Matando la ilusión del corazón
camino reventado en mi interior
asfalto derretido sin razón.